8 maneras fáciles y caseras de jugar con plastilina
La plastilina es uno de los materiales más versátiles para fomentar la creatividad, la motricidad fina y el juego sensorial en casa o en el aula. No hace falta tener muchos juguetes sofisticados: con elementos naturales y objetos cotidianos, puedes crear experiencias sensoriales ricas y divertidas. Aquí te comparto 8 propuestas fáciles y caseras para jugar con plastilina:
1. Sellos con hojas naturales
Sal a pasear al parque o a la montaña con los niños y recoge hojas de diferentes tamaños y texturas. Al presionarlas sobre la plastilina, crearán huellas hermosas y únicas. Además de estético, este juego invita a la observación de la naturaleza.
2. Construcciones 3D con palillos de dientes
Invita a los niños a crear formas tridimensionales combinando plastilina y palillos de dientes. Pueden construir casas, torres o formas abstractas, desarrollando pensamiento espacial y coordinación.
3. Sellos con piezas de madera temáticas
Utiliza piezas de madera con formas de letras o figuras como abejas, hojas o estrellas. Al presionarlas sobre la plastilina, se convierten en sellos personalizados. ¡Perfecto para juegos de lenguaje o cuentos inventados!
4. Decoraciones con garbanzos, alubias y pasta seca
Pon a disposición ingredientes naturales como garbanzos, lentejas, pasta con formas, arroz o alubias. Los niños pueden usarlos para decorar sus creaciones, hacer mandalas o simplemente experimentar con texturas.
5. Juego libre con cuencos, moldes y recipientes
Ofrece cuencos, tapaderas, moldes para hornear o recipientes de cocina. Los niños pueden rellenarlos, moldear dentro o usarlos como herramientas de construcción. Este tipo de juego invita a la exploración y experimentación libre.
6. Sellos de frutas, verduras o animales
Usa pequeños juguetes con forma de fruta, verdura o animal (o incluso alimentos reales cortados con cuidado) como sellos. Es una manera divertida de ampliar el vocabulario y explorar el mundo natural.
7. Juego libre con palos y elementos naturales
Piedras, ramas, tronquitos o piñas pueden combinarse con plastilina para construir árboles, caminos o criaturas imaginarias. Este tipo de juego estimula la conexión con la naturaleza y la creatividad.
8. Sellos y construcción con piezas de Lego
Las piezas de Lego son perfectas para dejar texturas interesantes sobre la plastilina o incluso construir estructuras combinadas. Además, este juego refuerza la motricidad fina y la imaginación.
Por qué apostar por estos juegos?
Estas propuestas no solo entretienen: también nutren el desarrollo sensorial, emocional y creativo de los niños. Usar plastilina en combinación con materiales naturales y cotidianos les invita a explorar el mundo a través del tacto, la forma, el color y la imaginación, sin necesidad de pantallas ni juguetes costosos.
Recuerda: no se trata de hacer algo “perfecto”, sino de disfrutar del proceso y dejar que los niños experimenten libremente. Cada huella, construcción o combinación es única, como ellos.
¿Te animas a probar alguna de estas ideas esta semana?
Cuéntame en comentarios cuál ha sido tu favorita o si tienes otra propuesta sensorial que te encanta. ¡Estoy deseando leerte!